Que duda cabe: las cosas hechas a mano tienen algo que los objetos de fabricación masiva, por más lindos, estilosos y bien hechos que estén, no logran conseguir. Es ese “no sé qué” que transmite una manualidad en cualquier ámbito, y que, ciertamente en la decoración, es muy evidente. Entrar a una casa y ver, por ejemplo, el maravilloso resultado de la composición en una pared con variedad de corazones hechos por algún integrante de la familia, aplicando distintas técnicas, habla de inmediato del cariño, energía e ilusión detrás de ese trabajo.
Por esto, te proponemos que este año armes una mesa navideña con creaciones propias. Hechas por ti, o en familia. Que provengan de tu imaginación y creatividad; inspiradas en las tendencias o haciendo “copy paste” a algo que viste por ahí. Da lo mismo el cómo llegues, al resultado final, porque de todas maneras te va a encantar.
Como siempre aconsejamos, lo mejor es abordar la actividad como un proyecto integral, idealmante haciendo un moodboard. Esto te da la visión de conjunto necesaria para un resultado final digno de artista, y te ordena en los pasos a seguir para lograr el objetivo que buscas. Parte por definir qué quieres transmitir con tu mesa esa noche, pensando en quiénes van a participar de la cena, cuántos serán, cómo es tu mesa, cómo será el ambiente navideño que la rodee, etc. Una vez que tengas ese concepto, piensa en cómo vas a plasmarlo en tu mesa: por colores, una temática, un estilo de decoración u otras categorías.
Acá te dejamos varias ideas para que te apliques y te luzcas con tu mesa navideña con detalles que marcan la diferencia sobre el mantel y la “visten”de fiesta.
IDENTIFICADOR DE NOMBRE
Aunque te dé lo mismo dónde se siente cada comensal, es un lindo detalle diferenciar los puestos con una tarjetita que indique el nombre de cada uno. Algunas variantes:
– Colgarlos de las copas con una cinta delicada.
– Hacer mini arbólitos con piñas pintadas de verde y una estrella en la punra, y poner la tarjeta entre medio.
– Hacer mini gorros pascueros en tela y poner la tarjeta en su interior.
– Pegar la tarjeta entre dos ramitas verdes.
– En mini perritos de ropa pintados con glitter enganchados a la servilleta.
– Pegados en pequeñas esferas de arbol navideño.
CENTRO DE MESA
Un infaltable en la mesa navideña que acapara inmediatamente las miradas. Por lo mismo, es una oportunidad perfecta para ponerte creativa e innovar a la típica corona con velas al centro.
– Con frascos de vidrio. Combina algunos de diferentes tamaños y les pones una guirnalda de luces led con pilas adentro. Los puedes presentar tal cual, o con tapa y los pones invertidos como faroles. La misma idea funciona con peceras.
-Si lo tuyo son las flores, siguiendo la misma propuesta anterior, reemplaza las luces y arma una composición con flores y ramas verdes. Al ser de diferentes alturas, resulta un efecto muy lindo.
– Con velas. Otra variante de la misma propuesta, y decoras los frascos o peceras con pintura o marcadores acrícilicos y glitter que combine con los colores de los demás elementos de decoración. También puedes reemplazar las velas, y les pones agua y flores (sin el tallo) flotando.
– Árboles navideños hechos en cartón duro o madera de balsa y los decoras a tu gusto según el resto de la decoración. La manera más simple de hacerlos es trazando la silueta de dos pinos con dos ranuras opuestas que encajen entre sí. Los posicionas y luego completas con algunas velas o luces leds puestas estratégicamente. Dependiendo el tamaño de tu mesa, puedes jugar con las cantidades, alturas y tamaños.
– Si tu mesa es muy pequeña sin espacio para un centro de mesa, puedes buscar frascos muy chicos, ponerles una vela y ubicarlos en cada puesto.
SERVILLETERO
La más sencilla de las servilletas se luce como reina con unos servilleteros especialmente creados para la cena navideña.
– Simple y sencillo, es anudarla con rafia, cordón delgado o una tirita de cuero, junto con una rama de romero, pino u otra de tu preferencia. También puede ser con botones de rosa o alguna flor pequeña.
– Nunca mires en menos el clásico rollo de papel, ya que con los materiales y técnica correcta, puedes hacer maravillas. Corta el tamaño adecuado, lo abres, le aplicas papel maché para darle consistencia, y luego puedes forrarlo en un papel bonito, en género, o aplicar alguna técnica de pintura. Luego, lo vuelves a cerrar con silicona, y listo.
COPAS
Puedes decorar tus copas habituales de distintas maneras. Si te animas a hacer algo permanente, adquiere un juego de copas sencillas y las dejas guardadas para las próximas navidades. Si no, opta por decoraciones que se puedan sacar luego de lavarlas.
– Hacer diseños navideños con marcadores acrílicos.
– Poner glitter en los bordes, o en el primer tercio de la copa, o en los bordes y en el pie con la base.
– Armar una pequeña guirnalda de hojas naturales y enrollarla en el pie.
– Pintar los pies. De distintos colores, una combinación, o todos diferentes.
– Escribir con lettering y algo de glitter el nombre de cada comensal. O una frase diferente en cada copa.
PORTA CUBIERTOS
Acá es cosas de gustos. Mientras hay quienes prefieren que cada puesto de la mesa tenga todos los cubiertos a utilizar por el comensal, con la distribución traidicional, otros optan por ponerlos en uno o más contenedores, todos juntos y que cada cual saque los suyos.
– Para presentarlos en forma individual, hay muchas variantes que puedes hacer con diferentes tipos de tela. Es tan simple como recortar dos rectángulos y coserlos, para luego ponerle una cinta u otra decoración navideña. Si no eres buena para la costura, puedes utilizar una pistola de silicona para unirlos. Si usas una tela neutra, puedes decorar con diferentes estilos: pintar diseños, pegar decoraciones, etc.
– La misma idea anterior puedes hacerla con papel, armando los sobres (asegúrate que queden bien pegados) Si usas un papel neutro y no tienes un identificador de nombres, puedes aprovechar de escribirlos ahí con una linda letra de lettering.
-Para presentarlos en conjunto, lo más simple es pintar con plateado, dorado u otro color dándole un toque de brillo, un un trío de frascos de vidrio bonitos (para tenedor, cuchillo y cuchara). La misma idea aplica para algún tarro o lata de tamaño adecuado.
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